¿Hasta
cuando...?
Como
gato que soy y como curioso que también soy. Siempre estoy enterado
de todo, pero aveces al enterarme de tanto: mas es lo bueno que lo
malo.
Ahora
me trae un asunto que me da vueltas en mi pequeña cabecita y son las
tragedias que se están produciendo en el mundo y especialmente en:
discotecas y centros de esparcimiento que en especial son concurridos
por jóvenes.
Yo
soy un gato joven, que gusta mucho de la farra y la vida nocturna,
pero siempre procuro con mi pandilla de gatos amigos, frecuentar
lugares que estén al aire libre y seguros.
Sucede
que hace muy poco murieron cinco niñas en el Madrid Arena en España,
antes murieron otro tanto en una discoteca en Lima de nombre Utopía
y ahora, hay mas de 260 muertos en una de Brasil.
Lo
lamentable de este asunto es que: las autoridades, presidentes y
demás, salen a hacer declaraciones, en las que juran; investigar y
hacer pagar a los responsables. Cosa que no se hace nunca y los
muertos; bien muertos se quedan.
La
juventud suele ser impetuoso, arrojada y muchas veces por su
inexperiencia inconsciente, incapaces de medir los riesgo y el
peligro, dando rienda suelta a su sano instinto de disfrutar de la
vida y sus momentos.
Pero
que hay de las autoridades, que no frenan esta escalada de crimines
masivos, que en su mayoría son producto de la ambición y el
desmedido afán de lucro de empresarios inescrupulosos, que solo
piensan en llenarse los bolsillos a costa de la vida de jóvenes, que
solo desean pasarla bien un momento.
Hay
que tener mas respeto por la juventud, porque ellos serán los
mayores de mañana y con el ejemplo y el trato que se les esta dando:
no creo que sean una buena promesa para mañana.
Hay
que respetar a los jóvenes y hay que cuidar de ellos. No están para
pasarla bien solamente y para engordar a sinvergüenzas, que trafican
con sus vidas. Ellos están para que nuestra sociedad les procure un
ambiente sano en donde desarrollarse y no para ser victimas de la
incapacidad de las autoridades para gobernar.
Los
padres de esas victimas, merecen un respeto y merecen que se haga
justicia y no que simplemente se metan ala cárcel, a personas que si
tienen algo de culpa es la mínima.
Hay
que dar un escarmiento a quienes son los verdaderos culpables. A los
criminales y traficantes de vidas humanas, que les interesa en lo mas
mínimo, la vida de los demás.
Hay:
policías, inspectores, regidores y un serie de personas encargadas
de reglamentar y autorizar estas fiestas, pero que no cumplen con su
deber. Es hora que comiencen a hacerlo, para que no se repitan estos
crímenes contra jóvenes inocentes.
Como
gato yo me divierto a mis anchas, pero cuido siempre de que mi
seguridad sea lo primero.